ARTISTAS HONDUREÑOS

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Confucio Montes de Oca

Nace en 1896, hijo de Miguel Montes de Oca y de Josefa Acosta. De familia numerosa, se incorpora desde muy pequeño en una compañía trashumante de titiriteros que recorría el país haciendo teatro en los pequeños pueblos enclavados en las zonas más ásperas de las montañas del país. Confucio marchó a Europa mediante una beca concedida por la Dirección General de Aduanas de La Ceiba en 1919, subvención que le fue cancelada al año siguiente cuando el joven pintor estaba recién instalado en París. Para colmo de males estaba viviendo en un país y en una ciudad de posguerra, sin poseer el idioma, y es muy probable que nunca accediera a estudios formales académicos.
En el cuadro ganador del Salón de Invierno de París es el titulado "El Forjador", que es una obra integrada dentro de las líneas del post-impresionismo que, harto de las extravagancias y exageraciones del modern style retorna a Ingres y Durain, que es una especie de retorno al neoclasicismo. Si analizamos que esta obra es realizada por un joven de 22 a 24 años, nos sugiere la genialidad del ejecutor para interpretar el movimiento que en ese momento se gestaba en la ciudad luz.
Sincrónicamente tanto Rimbaud, el poeta parisino, y los pintores italianos Scipione o Caserati aceptaron en su vida y en su obra la propuesta de la vieja y desaparecida raza andina, cuando Vallejo dijo: "La vida es una cosa y el arte es otra cosa, aunque se mueva está dentro de la misma vida".